San Josemaría y Don Alvaro estuvieron en el Santuario antes de ser inaugurado y asi de felices estaban viendo la maravilla del retablo. |
Es una copia de la "Virgen del niño bien peinadico" que la madre de San Josemaría tenía mucha mucha devoción, una copia de esta imagen fue la primera imagen de la Virgen que tuvimos en Sutó y que nos envio el prelado de la Obra para el centro de Santa Cruz.
Este es el grupo de jovenes españoles e italianos al cual se sumo percy este verano de 2013 en el Curso IESE PEDRALBES |
El Santuario de Torreciudad está dedicado a la
Virgen María, y situado en el municipio de Secastilla, comarca de Ribagorza, en
el Alto Aragón. Se encuentra en la margen izquierda del río Cinca muy cerca del
pantano de El Grado. Su distancia a Huesca es de 75 km. El nombre proviene de una
vieja torre de vigilancia de la época árabe, cuyas ruinas se encuentran a unos
metros de la antigua ermita. La construcción del Santuario actual fue promovida
por la Prelatura del Opus Dei.
El santuario de Torreciudad junto con los
santuarios de El Pilar, Montserrat y Lourdes conforman la Ruta mariana (Ruta marcada
por la espiritualidad y devoción mariana, poseedor de una gran riqueza
espiritual, turística, patrimonial,
rural, gastronómica y natural)
La Virgen de Torreciudad es una talla románica
de la serie de Virgenes negras, sedente con el niño en sus brazos mirando al
frente, del siglo XI. Desde tiempo inmemorial se encuentra en una ermita al
borde de un barranco junto al río Cinca, perteneciendo históricamente al
término municipal de Bolturina. Este pueblo está actualmente deshabitado, por
lo que Torreciudad se halla en el término municipal de Secastilla. La
advocación bajo la que se venera es la de "Nuestra Señora de los
Ángeles". La devoción a esta imagen llegó a tener cierta importancia entre
los habitantes de las poblaciones cercanas, de la Ribagorza aragonesa y del
Somontano, que organizaban romerías y peregrinaciones.
En 1904, San Josemaría Escrivá de Balaguer, de
dos años de edad, fue llevado en peregrinación hasta esta ermita en brazos de
su madre; había sufrido una grave enfermedad de la que se temía su muerte, por
lo que sus padres pidieron a la Virgen de Torreciudad su curación. Como
agradecimiento por su curación fue llevado en lomos de caballería desde
Barbastro a Torreciudad.
Desde los años 1960, Escrivá de Balaguer decide
construir un nuevo santuario en agradecimiento a la Virgen. El actual santuario
se inauguró el 7 de julio de 1975, y fue construido por el arquitecto,
Heliodoro Dols de 1970 a 1975 a unas decenas de metros de la ermita. Con un estilo
muy personal, destaca por la variedad de formas que logra crear con un elemento
constructivo básico, el ladrillo. Usa también con profusión el alabastro,
especialmente en esquineras y en ventanas. Ambos materiales responden a las
tradiciones constructivas de aquellas comarcas. El santuario tiene dos plantas,
la nave principal (planta superior) que incluye un coro alto, y una cripta con
cuatro capillas y confesonarios. Las capillas son la de la Virgen del Pilar, la
de la Virgen de Loreto, la de la Virgen de Guadalupe y la de la Sagrada
Familia. El edificio queda enmarcado por una explanada cerrada por arquerías
preparada para recibir a varios miles de personas.
Destaca el retablo, esculpido en alabastro por
Joan Mayné, que representa distintas escenas de la Virgen María. En el centro
se encuentra la talla románica, restaurada con ocasión de la construcción del
actual santuario. A la izquierda se añadió en 1994 una imagen de San Josemaría
Escrivá de Balaguer. En la capilla del Santísimo se encuentra un Cristo en
bronce dorado al fuego, esculpido por el artista italiano Pasquale
Sciancalepore. También es notable el órgano, con más de cuatro mil tubos.
Actualmente es uno de los centros de atracción
más importantes de la zona, recibiendo miles de visitas en algunas
celebraciones, especialmente entre abril y octubre. Desde mediados de la década
de 1980 el santuario ha promocionado la llamada ruta mariana, que enlaza
Zaragoza (por la basílica del Pilar), Torreciudad y Lourdes. A los pies del
santuario se encuentra el pueblo de El Grado, que ha desarrollado una notable
industria de servicios gracias a su cercanía a Torreciudad. Se conserva también
la ermita con su vieja hospedería y su torre que es a la que le llevaran a San Josemaría
cuando tenía dos años.
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